La producción orgánica responde a un sistema general de gestión de la acuicultura y producción de alimentos que combina las mejores prácticas medioambientales y de cultivo, un elevado nivel de biodiversidad, la conservación de los recursos naturales y la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y de seguridad en la producción.
Cooke Chile obtuvo recientemente la certificación para producir por primera vez en el país salmón orgánico.
La acreditación garantiza que el cultivo de salmones se desarrolla en conformidad a las normas de producción ecológica de la Unión Europea (UE).
La certificación se concretó luego de un largo proceso, que involucró esfuerzos adicionales en la totalidad de la cadena productiva. Lo anterior, dado que la producción ecológica responde a un sistema general de gestión de la acuicultura y producción de alimentos que combina las mejores prácticas medioambientales y de cultivo, un elevado nivel de biodiversidad, la conservación de los recursos naturales y la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y de seguridad en la producción.
Dentro de los principales estándares exigidos por la Unión Europea (UE), destacan:
● Las instalaciones en agua dulce, agua salada y planta procesadora se encuentran convertidas y certificadas para la operación según requerimiento del estándar orgánico.
● Las densidades de cultivo en centros de cría en agua dulce se limitan a un máximo de 20 kg/m3.
● Las densidades de cultivo en centros de engorda en agua salada se limitan a un máximo de 10 kg/m3.
● Todos los ingredientes del alimento para salmón orgánico están certificados como orgánicos.
● El aceite y la harina de pescado proceden únicamente de pesquerías sostenibles 100% certificadas.
● Para el color natural del salmón se utilizó Panaferd, un producto 100% natural y ecológico.
● Manejo de Bioseguridad libre de productos químicos.
● Durante la producción se certifica la ausencia de animales genéticamente modificados.
Este hito no solo representa un nuevo estándar en la forma de producir salmón en Chile, con un método más respetuoso con el medio ambiente y más saludable para los consumidores, sino que, además, simboliza la entrada de nuestro país al mercado internacional del salmón orgánico, considerado por muchos como parte fundamental de la solución alimentaria del futuro.